jueves, 11 de enero de 2018

LA NOTA CLAVE Y LAS NOTAS FALSAS

                    LA NOTA CLAVE Y LAS NOTAS FALSAS EN LOS MOVIMIENTOS
                                        LOGOS MANTRAM Y EL SÉPTIMO SELLO

Todo movimiento se opone a la serenidad y la paz. La paz es un sinónimo de absoluta quietud y lo que se inmuta se mueve.

Cualquier movimiento por pacífico que parezca, resulta ser avatárico en la filosofía. La serenidad es como un espejo rígido y al igual que un lago de aguas cristalinas, si la más leve brisa lo inmuta, toda la paz que reflejaba se torna en tribulación.

Tanto el movimiento como las notas están relacionadas a la armonía en el registro de una parte de música. Pero la armonía no es inherente a la paz, porque la armonía consiste en el equilibrio horizontal entre las notas de un mismo pentagrama. La paz está relacionada al Silencio Absoluto,  y el Silencio Absoluto omite cualquier gesto o movimiento. Cuando el instrumento musical ejecuta la pausa y se mueve, el silencio se altera o inmuta por causa del movimiento, pues de hecho, cualquier movimiento genera ruidos imperceptibles al oído humano, que pueden representar notas falsas en la ejecución de los registros descritos en la partitura.

Las pausas generalmente son descritas en la parte de música como silencios, pero los silencios son interrumpidos por los movimientos y gestos del músico, como notas falsas, aun inaudibles al oído humano.

Cuando aparece el Gnosticismo como un "Movimiento" revolucionario de la conciencia, la paz objetiva se inmutó relativamente, es decir, se vio afectada en la medida en que se explicaron los conceptos acerca de los temas a tratar sobre la Tesis avatárica. El avatar es un sinónimo de revés o vicisitud que se presenta como una alteración de la verdadera PAZ, en la psicología de cualquier ser vivo dotado de raciocinio. El  registro eventual de las Notas de la quinta trompeta del Apocalipsis de  san Juan Zebedeo, resulta sin lugar a dudas una falsa alarma de alerta roja. Una parte musical compuesta de una serie de Notas tan falsas, como las tesis expuestas por los anteriores jinetes o ángeles de las siete iglesias.

Las cinco trompetas que sonaron antes de la Era del Acuario, registraron Notas Falsas. Y el antagonismo de los cinco jinetes - según Ezequiel 9: 1 al 11- se debe a la promoción de tantos "movimientos" en la Teurgia.  En un libro titulado Logos Mantram Teurgia, el quinto jinete sugiere que la NOTA CLAVE de la revolución de la conciencia, se encontraría sin duda en la concatenación armoniosa de las voces y los gestos durante la práctica de las Runas.  Pero ya en la segunda Fase Trascendental del Gnosticismo, se disuade al pueblo Gnóstico de seguir tales convicciones. Porque la Fase Trascendental del Gnosticismo empieza con la ejecución y registros de la sexta trompeta, a partir del versículo 13 del Capítulo 9 del Apocalipsis, y las cinco primeras trompetas, vemos entonces que tienen un carácter avatárico y revolucionario. Por lo tanto, no marcan la Nota Clave la verdadera PAZ en la filosofíasino un escándalo de notas falsas, premonizando eventos catastróficos.

Muchos se levantaron - según estaba escrito -, como falsos "Maestros Venerables", pregonando una "Temática Gnóstica Trascendental" que no existe, porque continúan aferrados al pezón del que mamaron por más de cuarenta años, sin tan siquiera darse cuenta que debieron ser destetados, o destetarse por sí mismos a determinada altura. Predican una "Magia Sexual" utópica, porque bien se puede ver hoy día, que tales cuentos no se los traga entero, sino personas nuevas, nacidas incluso después que empieza a sonar la sexta trompeta del Apocalipsis. Personajes amantes del protagonismo predicando una "natividad" por advenimiento de míticas cigüeñas y visitas de magos orientales.

Son viejos pegados del pezón; músicos raperos tocando sinfonías en jerigonza y con la cabeza llena de marihuana... Por eso dice en La Escritura: Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.

Nadie que inhale sahumerios o tome vino en los rituales, es apto para ejercer la Maestría. La Maestría  es la facultad de la enseñanza acerca de la ejecución o ejercicio de nuestra profesión. La profesión de los Gnósticos por excelencia es el Música, y por experiencia la Masonería. La Nota Clave pues, está relacionada a la Maestría, en la medida que el Músico despierta CONSCIENCIA en el oficio de la albañilería.

Tres cosas que el Gnóstico deberá entender a nivel de la segunda fase del Cuerpo de Doctrina:

1° - Ser Músico
2° - Ser Maestro de la Construcción.
3° - Tener la Consciencia despierta.

Un Músico es aquella persona que sabe tocar un instrumento interpretando bien las Notas descritas en la parte de música que le corresponde.
Un Maestro de la Construcción es aquella persona que sabe, practica y enseña el arte de la albañilería.
La Consciencia Despierta es la disposición lúcida de la mente, tanto en las vivencias cotidianas como en las escenas oníricas.

Si una persona no es músico, albañil y tiene la conciencia despierta, no trasciende.

El Gnosticismo Trascendental consiste entonces, en la disposición mental consciente del Maestro de Construcción, que ejerce simultáneamente la música como una profesión. Si el supuesto Maestro Gnóstico no conoce perfectamente las artes de la música y de la Masonería, su ineptitud es evidente. La Iniciación es una fase experimental del fanatismo por una doctrina, pero la Maestría es una fase trascendental del Gnosticismo, que es el estado lúcido de la Mente.


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