sábado, 29 de diciembre de 2018

                                                                   LA VERDAD

(Capítulo del Libro La Verdad, del V.M. Hjor Ku Xoans - CAPÍTULO XIV 
                                                                   
 

                                                    EL SÁNSCRITO Y SUS ORÍGENES 


En primer lugar, empecemos diciendo lo que es realmente la palabra “Sánscrito” del autoglotónimo संस्कृतम् [saṃskṛtam] visto como un término, como una lengua, como una palabra, y en síntesis, su significado. El “Sánscrito” es un estilo literario. Es la forma en la que se han escrito todos y cada uno de los libros y documentos sobre la Historia Sagrada dentro de las diferentes culturas del mundo, desde la antigüedad. No es que se trate de una escritura extraña, llena de signos y garabatos tan difíciles de entender aún ya traducidos al idioma natal. El “Sánscrito” es el género lírico aplicado en la redacción del conjunto de todos los Libros escritos y considerados como Sagradas Escrituras.

Según esto, resulta claro comprender cómo La Biblia se convierte en el Libro escrito mejor predicado, y que se lee en todas las lenguas del mundo, y especialmente en América. Todos los Libros Sagrados, son realmente una recopilación de varios textos más resumidos y antiguos. 
Del mismo modo que La Biblia, El Tantra viene a ser absolutamente, el conjunto de Libros Sagrados Indo asiáticos, inclusive, compilados a partir del siglo IX, hasta alrededor del siglo XIV.
Sin embargo, debemos saber que todos los Libros del Tantra existían – aunque muchos dispersos por todo el mundo conocido hasta entonces – en el Tíbet, China, Japón, India y toda la llanura Indo-Gangética. El conocimiento enigmático acerca de los misterios sagrados, nunca antes fue adquirido por escrito. Todo conocimiento se transmitía antes, “de labios a oído” por los Maestros a los pupilos, de generación en generación.
Pero el origen de las Escrituras Sagradas (Sánscrito), se remonta aún hasta antes del siglo XVI a.C., tiempo en que los caracteres jeroglíficos egipcios heredados de los atlantes antediluvianos, fueron trans-literalizados a grafos e ideogramas por los asiáticos de piel azul índigo y los de piel dorada, pupilos del Gran Filósofo VYASA.  Esos documentos constituyeron el Vaivasvata, el gran Libro de Manú, atribuido a Vaivasvata, la versión hindú del Adán edénico de polvo, o KADMON, de los Jeroglíficos  sumerios que dieron mucho más tarde, origen al Sánscrito en caracteres arameos, de los antiguos sirios.
Pero Vaivasvata no alude en todos los casos a una persona, sino a un cuerpo doctrinario representado en la edición a mano de un conjunto de muchos Libros antiguos de Historia Sagrada. Hablar de Vaivasvata Manú, no alude al Adán descrito Bíblicamente, sino a los Manú’ Scritos o escritos a mano por los Grandes Filósofos de la antigüedad. Los Manuscritos cobran un carácter sagrado, por lo que a las diferentes expresiones lingüísticas impresas en páginas de papiro y pergaminos, se les dio el nombre de Santas Escrituras. Y esta definición más posterior de las Escrituras Sagradas, es lo que en el latín más moderno se traduce como SAN-SCRIT (Sánscrito), que significa Tantra, la versión oriental de la Biblia o compilación de las Escrituras Sagradas atribuida a Vyasa.
Una nota interesante copiada de Wikipedia:
Viasa es un escritor legendario de la antigüedad hinduista, cuyo nombre verdadero es  Krishna-Dwaipayana.
Es el cuarto miembro del rishi parampara (sucesión de gurús y discípulos) de la escuela Advaita, en la que Shankará Acharia (788-820) es la figura principal.
Se le llama también Veda Vyasa (‘divisor del [Rig] Veda’) para explicar por qué más del 90 % del texto tanto del Sama-veda como del Iáyur-veda son copiados del Rig-veda: Viasa habría ‘dividido’ o reorganizado el Rig-veda (que afirma haber sido escrito por 10 poetas religiosos, a los que menciona por nombre) en aquellos otros dos textos, para facilitar su comprensión o para facilitar el recuerdo de sus mantras.
El texto épico Majabhárata (siglo III a. C.) afirma haber sido escrito por Viasa.
Tradicionalmente también se considera que Viasa fue autor de todos los Upanishads (comenzados a componer en el siglo VI a. C.) y de todos los Puranas (comenzados a componer en el siglo II d. C.).

El término “व्यास [vyasa] significa literalmente, ‘compilador’ y se usaba, como un apodo con el cual se aludía al Badarayana o “reciclador” que renuncia a una vida de lujos, y asume una actitud indigente para dedicarse a rescatar y restaurar cosas viejas, especialmente Escrituras Sagradas. Fue así como, hacia el siglo XVI a. C. apareció un richi (que significa místico) de personalidad Badarayana, protagonizando a Krisna-dwaipayana en alusión a su lugar de origen. Se dice que era hijo de Parachara-richi  y Satyanacty su madre, quien lo instara a casarse con sus dos cuñadas (sus tías), con las que más adelante engendró dos hijos: a Pandu y a Dhintarashtra, quien fuera rey.
De los descendientes de Pandu nació Pandava, y de los descendientes del rey Dhintarashtra, nació Kaurava. Estos dos, Pandava y Kaurava son los protagonistas del Mahabharata, de los que se sugiere que descendía el richi y gran sabio व्यास, Vyasa. Se hace alusión a una genealogía muy similar a la que se plantea en la historia de Jesucristo, como hijo de una virgen pura descendiente de David el rey, y de un carpintero de la misma  ascendencia real, aunque según se sugiere que sólo actuara como padre putativo del Mesías.
Ahora bien, el significado más antiguo del término ‘krishna’, que se traduce como “un hombre de piel oscura”, se refiere al hombre con la piel índigo (azul), razón por la que a un hombre azul se le llame “indio”. El Indostán, se refiere a la India, la tierra natal de los dioses azules, según el Libro Sagrado de Manú. Tenemos ahora, una nota importante sobre el caso, y por qué en el Sánscrito Hindú, todas las deidades son de piel añil, y que nos permite suponer el verdadero significado sobre la predicción de la manifestación de un papa negro, en alusión a un pontífice romano de ascendencia hindú, que trataría de fusionar la idiosincrasia India, con el credo católico. Sin embargo, es fácil suponer que no es una fusión sincrética lo que unificaría los diversos credos del mundo, sino la concepción de la Idea Brillante de La Tesis Mesiánica XOAN, en la mente de todos los seres humanos del futuro.
Papiros y pergaminos – Los chinos ya habían utilizado el papiro, cuando los egipcios apenas inventaban el pergamino, a base de piel de la res. Empero, ambos materiales fueron usados de manera artesanal durante mucho tiempo atrás, aún antes de que Viasa hubiera aparecido. La Obra de este Gran Maestro consistió en la invención de garabatos gráficos, que sirvieron para reemplazar los ideogramas de los papiros chinos, y los mensajes escritos en los pergaminos, los textos de todos los preceptos divinos en los mosaicos egipcios, y los caracteres cuneiformes de los sumerios.
Fue así como apareció la escritura aramea, después del sistema cuneiforme de los sumerios, lo cual simplificó el sistema egipcio para interpretar el Tarot, al mismo tiempo mezclado con los garabatos gráficos que Viasa había inventado. Por eso encontramos una relación entre los mosaicos del Tarot egipcio y la Cábala hebrea, porque el arameo, no es otra cosa que una manera más antigua de hablar el hebreo, mezclado con el árabe y el griego.
Inmediatamente después de que Viasa inventara el garabato gráfico que sustituyó la escritura cuneiforme de los sumerios, y el uso del rollo de pergamino y el papiro se hiciera aún más notable, la literatura comenzó a ser considerada como un arte sagrado y era propiedad exclusiva de los sacerdotes monásticos en el Oriente. Debido a que los sacerdotes eran los únicos que podían aprender a leer y escribir el Sánscrito, la vocación sacerdotal dejó de ser monástica; los monasterios se transformaron en seminarios y el oficio sacerdotal se transformó en una profesión muy lucrativa.
Es entonces, cuando aparecen los escribanos, como los únicos que sabían leer y escribir, aptos para escudriñar e interpretar cualquier tipo de Escritura, por lo que el conocimiento de los richis comenzó a perder importancia frente a la literatura. Se levantó Babel como potencia económica sobre el mundo conocido hasta entonces, y los escribas buscaban fama y popularidad publicando sus filacterias, según su capacidad económica. La Literatura se convirtió en el vehículo de expresión visual de La Palabra, el rollo se constituyó como el cuerpo de la Sabiduría, así que cada autor empezó a usar un seudónimo, en su nuevo nombre como un título de manifiesto, expuesto ante  los ojos de todo aquel mundo que se pretendía convencer.
Por esto vemos que, los libros atribuidos a un pensador o filósofo, se aluden con el pseudónimo de su autoría: “leer a Moisés”, “leer a Vyasa”, “leer a Platón”, etc., significaba una alusión a sus escritos, y no una concepción de la idea brillante de sus tesis. Moisés, por ejemplo, muchas veces no se refiere a un líder revolucionario, sino que se hace mención expresa de sus escritos apócrifos. – san Juan 5: 39-46.
La Torre de Babel, consistió realmente en un primer modelo de biblioteca fundado en la ciudad de Borssipa, ciudad de Babilonia puesta como capital intelectual de la cultura babilónica durante su remodelación, un evento que relaciona el pasaje del Génesis 11, 1-4 con la Babel fundada por el gigante negro Nimrod en Caldea, según el Génesis 10: 6-12.
Cada rollo de pergamino o de papiro en la biblioteca de Babel, había sido escrito a mano, razón por la que pudiera ser llamado “Manúscrito” [manuscrito] y que por formar parte de una misma compilación bíblica se consideró como el Libro sagrado de Manú. Pero aunque todas las historias recolectadas estaban redactadas en un mismo tipo de caracteres, de acuerdo a los rollos originales que habían sido escritos bajo la dirección del gran sabio Viasa, muchos de los rollos aparecían en lenguas diferentes, situación engorrosa que demandara la presencia de los sacerdotes escribanos (interpretes simultáneos).
Los más famosos sabios llamados “reyes de Oriente” acudieron a su cita en Babel, sugiriendo que sería necesario enviar delegaciones a diferentes partes del mundo, con la misión de investigar y aprender las lenguas raras y los dialectos naturales en cada país extraño. El grupo denominado “sabios de Oriente”, es lo que se alude como “Jehová”,  cuya sugerencia provoca la dispersión de las diferentes delegaciones de investigación, que origina la confusión del Génesis 11: 8-11, y la presenta como una diáspora.
Eran tiempos de contingencia bélica, y cualquier expedición científica de investigación, podría ser tomada como una amenaza. La confusión de las lenguas alude igualmente a la parafasia de los escribas durante la interpretación de los escritos antiguos. El Libro de La Verdad por tanto, representa la sexta copa de la Ira, en el apocalipsis de aquella generación babilónica. La Verdad, es la señal de Jonás como un vaso de agua helada en el rostro de los Iniciados tántricos, según las Escrituras y las profecías (Apocalipsis 16: 12-16), y que consiste en cambiar el vino de la Iniciación Tantra, por el Agua pura del Santo Grial en la Fase Trascendental del Gnosticismo.
Mucho tiempo después de la dispersión de los escribanos babilonios, hacia la mitad del siglo XII a.C., es que aparece Moisés, como legislador hebreo, en Egipto. Y sea que fuese o no el autor del Pentateuco, o que sus textos fueron escritos originalmente en Arameo, lo cierto es que, tanto el Génesis, como todos los otros textos fueron copiados y compilados a partir de las Obras de Viasa en pergaminos y papiros. Sólo el Decálogo, todo tallado a mano sobre diez mosaicos de piedra, obedece a una copia resumida en un par de placas, talladas según las técnicas aprendidas de la sabiduría de los egipcios.
Esto nos hace pensar que, “Moisés” no es un nombre admirable, sino el título con el cual se alude a los mosaicos de piedra, rescatados por la hija de un faraón egipcio, quien . según se lee -, lo había adoptado desde muy niño como hijo. Educado en la sabiduría de los egipcios, y ayudado por Aarón (un escriba hindú), pudieron traducir algunos de los escritos de Viyasa del Sánscrito oriental a un arameo mejorado, que más adelante se convierte en el idioma hebreo y cobra importancia como lengua oficial del pueblo hebreo, al que tuvieran acceso los sacerdotes levitas.
La tribu de Leví, era un asentamiento Hindú en Gosén (delta del Nilo al norte de Egipto), tierra que – según Las Escrituras - se había dado a los hijos de Israel por el faraón de Egipto hacia el año 1630 a.C., pero que habían caído bajo la esclavitud de los egipcios durante esos cuatrocientos años, según el Éxodo 1, 1-14.
La Torre de Babel entonces, como forma literaria alude a la confusión de las lenguas, que se produce, durante la traducción – a menudo literal – de los textos, ya que no todos los escribas tuvieron la prudencia de consultar a Dios, sobre el sentido y la interpretación  de cada modismo, frase y oración escritos en cada rollo. Muchos de esos términos, comenzaron a tener significados ambiguos, al momento de ser traducidos desde una segunda lengua, a una tercera. Por ejemplo, en el capítulo II del Libro del Génesis, la expresión día de reposo no alude a un día de la semana, sino a la meditación objetiva o sueño lúcido, visionando el proyecto que se tenía en mente. Y, la fundación del paraíso, representa y alegoriza la realización de ese sueño por un cuáquero, fundando una empresa en la que se pretende desarrollar proyectos agropecuarios, liderazgo que lo promovería a la categoría de un Señor feudal.
De manera que, del Sánscrito original (escrito por Viasa) no queda ya nada. Solamente algunas copias de los manuscritos antiguos, traducidas y editadas con técnicas modernas de impresión, según el análisis y la traducción de algunos Iniciados en el Budismo tardío, mucho después del siglo V antes de Cristo, las que ahora están sirviendo a los ocultistas de Hoy, como enlaces de ayuda para sus meditaciones.
Si analizamos el tiempo en que Viasa apareció haciendo su Obra,  no podríamos ignorar, que antecede a Moisés en muchos siglos, para preguntarnos de dónde pudo haber adquirido los manuscritos tibetanos, y a quién podremos atribuir la invención de los ideogramas chinos en los papiros más antiguos. Es cuando nos encontramos entonces, durante un sueño lúcido en profunda meditación, con el Gran Dragón Dorado de la filosofía china: el gran Maestro tibetano Fu Xi, a unos dos mil años antes de la era cristiana…
Fu Xi, es el Dragón de Oro, mencionado más adelante en el Budismo chino, y nombrado en el gnosticismo como “el Dragón Amarillo” del Taoísmo. Fu Xi, era un Maestro en el manejo de un maravilloso sistema de caligrafía de más de 10.000 ideogramas, compuestos a partir de unos caracteres curvados como la uña de un gato, hasta la combinación de diez  en un mismo ideograma, que pudiera significar y traducirse en una oración completa.
Los monjes, neófitos de los monasterios Lamas, eran llamados “cachorros de león”, por causa de la calidad de su caligrafía cuando aún todavía, no sabían escribir. Pero más tarde, cuando ya entendían cómo leer y escribir cualquier ideograma, el monje se ganaba el apelativo de “Tigre” de la Sabiduría. Más adelante, debería pasar las pruebas frente al “Dragón Amarillo”, para vestir la túnica del sacerdocio, como un verdadero monje Lama.
Significa que Viasa, fue el compilador y restaurador del sistema de caligrafía aramea primitiva, en lo que llamamos Sánscrito hindú, pero como lengua, éste se hablaba ya mucho antes del siglo VI a.C. Porque al igual que todas las escrituras chinas y japonesas, muchos de los escritos ya existían en el siglo XX a.C., textos escritos a mano por los maestros de la Orden Sagrada del Dragón Amarillo, en el Tíbet.
Si Fu Xi, había aparecido entonces, hacia el 2000 a.C., pueda que esté relacionado con Sem, el hijo de Noé (que no es una persona, sino una doctrina), razón por la que toda cultura Indo-Europea e Hindú-Asiática, se reserva el derecho de decir que descienden de la familia de Sem, y que por ello son Semitas. Doscientos años más tarde, aparece en la escena, según la  Biblia hebrea, el Patriarca Abrahán, desplazándose desde la Ur de los caldeos, hasta el oriente medio en Arabia. Trescientos años más tarde, después de Abrahán, viene Viasa, y después, hacia el siglo XIII a.C., aparece Moisés, compilando de aquellas Escrituras arameas, una Tesis Avatárica en hebreo, como un proyecto semítico para la fundación de Israel.
Hacia el año 1000 a.C., aparece David, rey hebreo estudioso de los escritos de los profetas, ya traducidos a un hebreo que se derivaba del arameo, pero que estaba basado en la Historia Sagrada hindú, por lo cual aparece el dios Brahama modificado en el elemento humano indo-gangético, e interpretado como Abraham, el Patriarca hebreo Abrán del siglo XVIII a.C., que no es una persona sino una doctrina en la que se hablaba un árabe provenzal, que se escribía con caracteres cuneiformes caldeos, muy rudimentarios. 
Hacia el siglo VI a.C., es cuando aparecen a un mismo tiempo, Kong Fuzi (Confucio) y Lao Tse (Laozi), entre el 551 y el 490 a.C., anunciando el Taoísmo en China, como una doctrina esotérica basada en falsos principios místicos de supra-sexo.
El Confucionismo, predica la restauración de los valores morales en lo político y en lo religioso, y sostiene una tesis politeísta, que más tarde en Japón se degenera en Teísmo, y parte de China. Laozi, escribió el Daodejing (Tao d’ Yin), con un carácter sincrético entre las doctrinas de diferente lengua. Y hacia 1534 a.C. decidió viajar a la India, donde se reúne con Sidharta Gautama (Gaumata), un richi de 29 años de Edad, y le transmite el conocimiento sobre la doctrina tibetana del Tao de Ying. Pero más tarde, después de seis años de ascetismo riguroso, Gaumata  renunció a las prácticas taoístas, y decide divorciarse de su esposa y continuar por su propio camino a la Iluminación, que se produce en el año 528 a.C., para manifestarse al mundo conocido hasta entonces, como el Gran Sakyamuni-Buddha.
En ese mismo tiempo, unos 500 años antes de Cristo, hace su aparición Panini,  compilando y analizando las Escrituras budistas, para comparar su lenguaje con el lenguaje utilizado en la predicación de las demás doctrinas. Es entonces, cuando los budistas empezaron a unificar sus criterios, sobre el uso de un mismo estilo de hablar y escribir durante la predicación de cualquier Tesis mística. El budismo, siendo prácticamente la doctrina oficial de la India, ha establecido desde entonces como lengua litúrgica de su credo, el mismo tipo de lenguaje en la Doxología, a la que el fanatismo alude como el  Sánscrito.
El Sánscrito como idioma, es simplemente una lengua oficial de culto. Es similar al latín, en el momento de convertirse en el idioma oficial de culto del catolicismo romano. Los budistas incluso, afirman enfáticamente que el Sánscrito es la lengua de Dios, porque es el único idioma que, según ellos, era hablado por sus ancestros, los Hijos de Brahma. Así también, los cristianos creen que La Escritura es la Palabra de Dios, y que era una ley escrita,  la única que, según el Génesis 11, 1-9 se hablaba antes por los semitas antepasados de Abrahán.
Conociendo ya, el origen semítico de ambos tipos de Escrituras, hindúes y hebreas según las costumbres de cada pueblo, podríamos suponer que Moisés tenía alguna relación con los hindúes, siendo indostaní. Porque los indostanos, como descendientes de Abrahán,  no son otra cosa que los hindúes que viven en Arabia Saudita, con un tipo de lenguaje sumerio más provenzal (egipcios), entendemos que el árabe desciende de la lengua sumeria, y que los árabes siempre han estado transmitiendo a sus descendientes en la península Ibérica, la mayor parte de sus conocimientos y costumbres semíticas, según la versión legada por Moisés en los profetas.
Pero en este caso, la palabra profeta, no alude siempre a los mensajeros, sino a los manuscritos en antiguos pergaminos, por los sabios del judaísmo antiguo, según el Pentateuco (LEY de Moisés). Esta palabra sabio, alude directamente a los reyes y sacerdotes del pueblo de Israel. Así pues, que los profetas son todos los Libros de la Historia Sagrada, recopilados de manera inteligente por los sabios del judaísmo, como el Antiguo Testamento (Antes de Cristo). Jesús de Nazaret, no era de la tribu de Leví, sino de la tribu de Judá, y sin embargo, se presenta como sacerdote y como rey para explicar las Escrituras, no a la manera del Buda hindú, pero sí según la Ley de Moisés, consignada en los Libros de los jueces de Israel, a partir del Mesías Josué.
Los hijos de la circuncisión - Moisés, como una encarnación del ángel Israel, a su paso por Arabia con su familia de regreso a Egipto, tuvo que circuncidarse también, al igual que lo hacían los árabes, por temor a ser asesinados por el ejército de Jehová, (el mismo dios Alá, en lengua árabe), ya que para los árabes, todos los descendientes de Alá, son dignos de admiración por causa de la circuncisión – Génesis 17, 1-14 –, rito del pacto heredado desde Ismael, es decir, los arios con habla árabe en la Franja de Gaza. – Éxodo 4, 18-31.
Los árabes Madianitas, suponen que son descendientes  de Madián, el hijo de Abrahán que había engendrado en Cetura. Otros han creído ciegamente ser descendientes de Ismael, hijo de Agar y con quien Abrahán fuera circuncidado. Pero es que Madián, es el mismo Ismael al norte (toda la Franja de Gaza). Por eso vemos, que los rollos sobre la historia de Abrahán, son extraídos por Moisés de los mismos documentos escritos por Viasa en una mezcla de hindú-árabe, los que tradujo al hebreo, importando así en el Génesis los ritos del pacto, como la circuncisión y el rociado de sangre con el hisopo.

El pacto de la circuncisión no llegó con la Iluminación a Moisés, sino que se introdujo como culto Aarónico al “Dios” imaginario, llamado en la lengua árabe “Alá”, según los ritos y las costumbres de Madián en Arabia. El "Alá" de los árabes, se relaciona con el Dios único del monoteísmo hebreo, al cual Moisés encontró en Arabia, ardiendo en medio de una zarza inmune.  Y en Madián de Arabia, fue donde Moisés conoció a Jetro, con quien trabajó cuidando sus ovejas, y con cuya hija Séfora se casó antes de regresar a Egipto…Los madianitas, siempre han considerado como una prueba de fe el pacto de la circuncisión. Y si algún varón es hallado incircunciso, habría de ser eliminado de su pueblo. Por eso, la versión hebrea de La Biblia, no hace mención del ejército musulmán con el nombre de Alá, como se conoce a Dios en lengua árabe, sino con alguno de los diferentes nombres con que se alude a Dios en la cultura de los hebreos. -  Éxodo 4: 24-26.